miércoles, 18 de noviembre de 2009

la cultura musulmana en al-andalus

Conquista
Artículo principal: Invasión musulmana de la Península Ibérica
Entre los años 711 y 715, los musulmanes ocuparon una parte de la Península Ibérica, aunque sin ningún tipo de dominio efectivo al norte del Sistema Central. La invasión y ulterior ocupación del sur peninsular se sostuvo manu militari. La parte mediterránea y la más meridional sufrieron un desbordamiento demográfico de las poblaciones locales, que se adaptaron a la nueva situación.

La entrada de los musulmanes en la península se produjo con el desembarco en Gibraltar (Yebel Tárik), el 27 de abril de 711, de Táriq Ibn Ziyad lugarteniente del Gobernador de Tánger (Musa ibn Nusair), lideró un ejército de 9.000 hombres. Poco después, el 19 de julio, los visigodos fueron derrotados y su rey Rodrigo murió en la Batalla de Guadalete. La ocupación del sur peninsular con la implantación masiva de poblaciones norteafricanas se produjo rápidamente. La presencia de los invasores musulmanes al norte del Sistema Central era sin embargo prácticamente anecdótica, limitándose a guarniciones desde las que profundizar sus incursiones militares o razzias.

[editar] Emirato de Córdoba
Artículo principal: Emirato de Córdoba
En el año 756 Abd al-Rahmán I llegó a Córdoba y estableció una dinastía que gobernó al-Ándalus hasta 1031. En el 773 Abd al-Rahmán I creó el Emirato de Córdoba, independizándose política y administrativamente del Califato de Damasco, aunque mantuvo con el mismo una unidad cultural, espiritual y moral. Pese a todo, el verdadero organizador del emirato independiente fue Abd al-Rahmán II, que delegó los poderes en manos de los visires. La islamización fue muy rápida y el número de mozárabes (cristianos en territorio musulmán) se redujo considerablemente.

En el año 912, ascendió al trono Abd al-Rahmán III, cuando ya la decadencia política del emirato era un hecho. Intentando acabar con las sublevaciones y conflictos, se proclamó califa en 929, dando paso al califato de Córdoba.

[editar] Califato de Córdoba

El Califato de Córdoba hacia el año 1000Artículo principal: Califato de Córdoba
En el año 929, Abd al-Rahmán III estableció el Califato de Córdoba, declarando la independencia religiosa de Bagdad, capital del Califato Abasí. Esta proclamación del califato contenía un propósito doble: En el interior, los Omeyas querían consolidar su posición. En el exterior, consolidar las rutas marítimas para el comercio en el Mediterráneo, garantizando las relaciones económicas con Bizancio y asegurando la subadministración del oro.

Tras la ocupación de Melilla en 927, a mediados del siglo X, los omeyas cordobeses controlaban el triángulo formado por Argelia, Siyilmasa y el océano Atlántico. El poder del califato se extendía asimismo hacia el norte y en 950 el Sacro Imperio Romano-Germánico intercambiaba embajadores con Córdoba. En el año 939 un ejército cristiano liderado por Ramiro II de León derrotó a las huestes árabes enviadas por Abderramán III en una de sus operaciones de castigo (razias) contra el norte. El resultado de la batalla disuadió a los Omeyas de su intención de instalar poblaciones árabes en las inmediaciones del Duero y sus áreas despobladas.

La de los Omeyas es la etapa política más importante de la presencia islámica en la península, aunque de corta duración pues en la práctica terminó en el 1010 con la fitna o guerra civil que se desencadenó por el trono entre los partidarios del último califa legítimo Hisham II, y los sucesores de su primer ministro o hayib Almanzor. En el trasfondo se hallaban también problemas como la agobiante presión fiscal necesaria para financiar el coste de los esfuerzos bélicos en sucesivas campañas contra el norte cada vez más gravosas. Oficialmente, el Califato de Córdoba siguió existiendo hasta el año 1031, en que fue abolido dando lugar a la fragmentación del estado omeya en multitud de reinos conocidos como Taifas.

[editar] Primeros reinos de taifas
Artículo principal: Taifa
Artículo principal: Primeros reinos de taifas
Las taifas fueron hasta 39 pequeños reinos en que se dividió el califato como consecuencia de la fitna o guerra civil. Cuando el último califa Hisham III es depuesto y proclamada en Córdoba la república, todas las coras de al-Ándalus que aún no se habían independizado se autoproclaman independientes. Cada taifa se identificó al principio con una familia, clan o dinastía. Así surgen la taifa de los amiríes (descendientes de Almanzor) en Valencia; la de los tuyibíes en Zaragoza; la de los aftasíes en Badajoz; la de los birzalíes en Carmona; la de los ziríes en Granada; la de los hamudíes en Algeciras y Málaga; y la de los abadíes en Sevilla. Con el paso de los años, las taifas de Sevilla, Badajoz, Toledo y Zaragoza, constituían las comunidades islámicas peninsulares.

[editar] Imperio Almorávide
Artículo principal: Almorávide
La disgregación del califato en múltiples taifas hizo evidente que sólo un poder político centralizado y unificado podía resistir el avance de los reinos cristianos del norte. Así, la conquista de Toledo en 1085 por parte de Alfonso VI anunciaba la amenaza cristiana de acabar con los reinos musulmanes de la península. Ante tal situación, los reyes de las taifas pidieron ayuda al sultán almorávide del norte de África, Yusuf ibn Tasufin, el cual pasó el estrecho y no sólo derrotó al rey castellanoleonés en la batalla de Zalaca (1086), sino que conquistó progresivamente todas las taifas. Pero su brutal ocupación militar termina en fracaso al resistir los castellanoleoneses la toma de la emblemática capital visigoda de Toledo.

Los primeros indicios del malestar andalusí contra los Almorávides, se produjeron en Córdoba en 1121, cuando la población se rebeló contra los almorávides, sólo la intervención de los fakih pudo evitar un baño de sangre. Otras rebeliones se produjeron en distintas ciudades y a partir de 1140 el poder almorávide empieza a decaer en el norte de África por la presión almohade. A la península llegan esas noticias. En 1144 un sufí, Ibn Quasi empieza un movimiento anti almorávide y empiezan a surgir los llamados Segundos reinos de Taifas.

[editar] Segundos reinos de taifas
Artículo principal: Taifa
Artículo principal: Segundos reinos de taifas
[editar] Imperio Almohade
Artículo principal: Almohades
Los almohades desembarcaron desde 1145[8] en la Península Ibérica, y trataron de unificar las taifas utilizando como elemento de propaganda su agresión a los reinos cristianos y la defensa de la pureza islámica. En poco más de treinta años los almohades lograron forjar un poderoso imperio que se extendía desde Santarém (Centro de Portugal) hasta Trípoli (Libia) y consiguieron parar el avance cristiano cuando derrotaron a las tropas castellanas en 1195 en la batalla de Alarcos.

A pesar de los esfuerzos de los gobernantes, la dinastía almohade tuvo problemas desde un principio para dominar todo el territorio de al-Ándalus, en especial Granada y Levante. Por otro lado, algunas de sus posturas más radicales fueron mal recibidas por la población musulmana de al-Ándalus, ajena a muchas tradiciones bereberes. La victoria cristiana en la batalla de Las Navas de Tolosa (1212) marca el comienzo del fin de la dinastía almohade, no sólo por el resultado del encuentro en sí mismo sino por la subsiguiente muerte del califa al-Nasir y las luchas sucesorias que se produjeron y que hundieron el califato en el caos político dando lugar a los Terceros reinos de Taifas.


La capitulación de Granada, por Francisco Pradilla y Ortiz.[editar] Terceros reinos de taifas
Artículo principal: Taifa
Artículo principal: Terceros reinos de taifas
[editar] Reino nazarí de Granada
Artículo principal: Reino de Granada
A mediados del siglo XIII al-Ándalus quedó reducido al reino nazarí de Granada. En el año 1238, entra en Granada Muhammed I ibn Nasr conocido, asimismo, como Al-Ahmar, "el Rojo" .Es el creador de la dinastía Nazarí (que tuvo 20 sultanes granadinos) y fue el fundador del Reino de Granada que, si bien al principio, confraternizó con los reyes castellanos, tuvo que convertirse, pasado el tiempo, en tributario de los mismos a fin de mantener su independencia.

En las últimas décadas de la dinastía nazarí de Granada estuvo dividida por una guerra civil interna que enfrentó Al-Zagal, Muley Hacen hermano de Al-Zagal, y su hijo Boabdil.

El último rey de la dinastía nazarí fue Boabdil (Abu 'Abd-Allāh). Su derrota en 1492 por los Reyes Católicos puso fin a la Reconquista, proceso que comenzó en el siglo VIII con Don Pelayo y la batalla de Covadonga. El Reino de Granada fue anexionado a la Corona de Castilla.

[editar] Economía
La llegada de la civilización islámica a la península Ibérica provocó importantes transformaciones económicas. De una economía esencialmente rural se pasó para una economía marcadamente urbana.

Uno de los lugares más importantes de la ciudad musulmana es el suq (zoco) o mercado. Los mercados conocieron un renacimiento en la península durante el periodo islámico. En ellos se realizaba el comercio de productos diversos, principalmente de los productos de metal y de otros productos de artesanía así como sedas, algodón o tejidos de lana. Algunos artículos de lujo producidos en al-Ándalus se exportaban a la Europa cristiana, al Magreb y hasta el Oriente. Los talleres y tiendas donde se producían esos trabajos eran propiedad del Estado.

[editar] Agricultura
En las zonas secas surgió el cultivo del trigo y la cebada. Se siembran también habas y granos, que eran la base de la alimentación de la población. En períodos de baja producción se recurría a la importación de cereales del norte de África. Fue durante esta época que el cultivo del arroz se introdujo en la península, así como el de la berenjena, la alcachofa y la caña de azúcar. Los frutales ocupaban una área agrícola importante; Sintra era famosa por sus peras y manzanas. El actual Algarve se destacaba por la producción de higos y uvas. También destacaba la producción de la miel y aunque su consumo estaba prohibido por el islam, el vino se producía y consumía en grandes cantidades, por lo menos hasta la llegada de los almohades.[9]

[editar] Ganadería
Menor papel económico tendría la ganadería, destaca su importancia en la alimentación, el transporte y menor en las labores agrícolas La cría de ganado era también una práctica común, en particular de ganado bovino y caprino. Asimismo, los conejos y las gallinas eran muy apreciados en la alimentación. Los musulmanes cruzaron los sistemas hidráulicos de los Romanos con los de los Visigodos y con las técnicas que trajeron del Oriente. A lo largo de los ríos construyeron molinos de agua y para sacar agua de los pozos introdujeron la noria y la picota.

[editar] Minería
No contó con un nivel técnico demasiado elevado, durante este periodo continúa la explotación de los yacimientos mineros de la península, como se hacía desde los tiempos de los romanos. El oro se extraía de algunos ríos, como el Segre, Guadalquivir o en la desembocadura del Tajo. La plata se encontraba en Murcia, Beja y Córdoba, el hierro de Huelva y Constantina. El gran yacimiento de cinabrio era Almadén, el cobre de Toledo y Granada, el plomo de Cabra y el estaño del Algarve

Canteras de mármol se citan las de Sierra Morena, aunque seguía siendo deficitario al-Ándalus en materiales de construcción suntuario y había que importarlos.

[editar] Otras actividades
La abundante madera de los bosques se usaba para la fabricación de piezas de mobiliário y para la construcción naval y como combustible. En Alcácer do Sal esta actividad era intensa debido a la existencia de bosques en las proximidades. Citar también la recolección de plantas medicinales y aromáticas y frutos dedicados a la alimentación (castañas avellanas...) o productos como el corcho

La pesca y la extracción del sal eran propiciadas por la existencia de una larga línea costera. En cuanto a la pesca, se daba tanto pesca marítima como fluvial. Aunque el pescado no debió de tener un papel importante en la dieta. Las especies más capturadas eran la sardina y el atún, utilizándose para la captura de este último un tipo de red propia, denominada almadraba.

En cuanto a la sal se obtenía tanto de minas de sal gema en la región de Zaragoza como de salinas (lo más habitual) en las regiones de Alicante, Almería y Cádiz. Gracias a la sal se pudo desarrollar una importante industria de salazón que constituyo uno de los objetos de exportación.

La caza podía aportar también tanto carnes (conejos, perdices...), dedicado a abastecer los mercados urbanos, como pieles destinados a la industria peletera (zorro , nutria...) en zonas escasamente habitadas, situadas en la frontera septentrional. Aunque parece destacar mas la caza a modo de diversión , Se caza con aves de presa, siendo importante los tratados sobre el cuidado y adiestramiento de estas aves.